El salario emocional comprende bonificaciones que no están netamente vinculados a los ingresos de un trabajador. Su finalidad es brindarle a los empleados una alta satisfacción dentro de una empresa, lo que permite retenerlos y, a su vez, crear lazos de conexión con la compañía. Los salarios emocionales pueden traducirse, por ejemplo, en seguros de salud, entradas para el cine, uso de los vehículos de la empresa, subsidio para los estudios de los hijos del empleado, mercancías, horarios flexibles, buen ambiente laboral, etc.
La capacitación y formación de los trabajadores también forma parte de estas bonificaciones, lo que permite elevar sus autoestimas cuando algunos no tienen el suficiente conocimiento para manejar herramientas relacionadas con las nuevas tecnologías. Durante este proceso, el departamento de recursos humanos puede llamar individualmente a los empleados y preguntarles cómo van sus progresos, en qué han mejorado, si tienen alguna duda o si hay aspectos que pudieran mejorar los procesos de capacitación; de esta manera podrán conocer en qué punto se encuentran exactamente en la ejecución de sus tareas. Esas comunicaciones aumentarán la confianza de los trabajadores, ya que se sentirán escuchados y, si se incentiva correctamente el trabajo realizado hasta ahora por ellos, esto generará que sus compromisos con los proyectos y la empresa aumenten cada vez más.
¿Hay un lado negativo?
Existen otras empresas que utilizan el salario emocional como un sustituto para las remuneraciones bajas, ofreciendo elementos que aminoren esa insuficiencia salarial. La razón es que muchos profesionales prefieren buenos ambientes laborales, proyectos retadores y otros aspectos a una remuneración adecuada. El salario emocional motiva a los empleados, pero debe ir nivelado con una buena remuneración que permita cubrir sus necesidades. De nada sirve ofrecerles horarios flexibles y una armonía laboral, si no logra retenerlos por los salarios bajos. La finalidad es enamorarlos con el salario emocional y retenerlos con el dinero.
Existen diversas formas para fidelizar a los empleados. Una de ellas es que el departamento de talento humano les pregunte qué bonos desearían fuera incluido dentro del salario emocional. Lo importante es que esos elementos ofrezcan valor a los profesionales, sin la necesidad de que la organización opte por opciones costosas, como por ejemplo, regalarles vehículos.
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