El design thinking es empleado por el departamento de marketing, quienes se encargan de identificar y solucionar los problemas que tengan los clientes a través de la observación, empatía, creatividad y trabajo multidisciplinario. Con esto, logran crear un producto o servicio que complazca las necesidades de los usuarios.
¿Cuál es su orígen?
Pero, ¿de dónde provino esta metodología? Existen diversas teorías al respecto. El término se escuchó por primera vez en 1919, cuando el arquitecto alemán Walter Gropius creó la escuela de artesanía, diseño, arte, arquictectura de la Bauhaus, en donde se efectuaban algunas de la dinámicas que vemos hoy en día en el design thinking. Estas son: trabajo en equipo, innovación, eliminación de jerarquías y enfoque en las necesidades del usuario.
Luego, en 1969, Herbert Simon lo conceptualizó en su libro llamado “la ciencia de lo artificial”. Tres décadas después, en el 2008, Tim Brown, fundador de IDEO, desarrolló en cinco fases la teoría de Simon, de las cuáles, la principal se fundamenta en la necesidad o interés del usuario. Su compañía es la consultora de diseño líder a nivel mundial en cuanto innovación y creatividad, características que sirvieron para que su empresa creciera.
En el 2009 muchas grandes compañías empezaron a adoptar el design thinking porque les ofrecía una nueva perspectiva en relación al desarrollo de productos y servicios centrados en las exigencias de los clientes.
¿Por qué es importante?
Esta metodología ofrece oportunidades a las empresas en el mercado, porque ayuda a definir nuevos modelos de negocios e incluso permite crear un buen ambiente laboral, ya que refuerza el trabajo en equipo e impulsa su creatividad.
Ahora, para emplear el design thinking, es necesario realizar cinco pasos que son: empatía, definición del inconveniente, idear una solvencia, idear prototipos y por último probar y evaluar el producto.
Empatizar
Con el fin de reconocer el problema, el equipo que emplea el design thinking tiene que reconocer, de la manera más simple, las necesidades y preferencias de los clientes mediante encuestas, entrevistas personales, focus groups, entre otros estudios de target.
Definición del inconveniente
Después de reunir suficientes datos, toca determinar los objetivos específicos con los cuales trabajará el equipo para tomar un plan de acción o estrategias y, así, crear una solvencia al problema.
Crear una solución
Para llevar a cabo esta fase, el grupo debe hacer una lluvia de ideas o brainstorming. A medida que vayan surgiendo ideas, el equipo podrá elegir alguna de ellas y empezar a hacerla realidad para conseguir los objetivos planteados.
Prototipar
En este paso el equipo debe materializar la idea, es decir, crear una versión beta del producto aplicando todos los pasos anteriores. Para tener una idea visual del artículo se puede dibujar, hacer un storyborard, o storytelling. Con esto el equipo identificará las ventajas, desventajas del producto así como su funcionalidad y utilidad.
Evaluación del artículo
Una vez que el grupo de trabajo haya reconocido todos los factores del prototipo, tendrán que exhibirlo a los clientes, quienes darán el visto bueno o feedback sobre producto. Esto servirá para ir mejorando el artículo cada vez más, con el fin de que se adapte finalmente a expectativas de los usuarios.
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