Publicidad
Publicidad

¿Qué nos enseña la imagen política sobre branding?

¿Qué es la imagen política?
Publicidad

Ya sea que hablemos de imagen de marca o personal, siempre es útil encontrar nuevas formas de gestionarla. Después de todo, cuanto más conocemos sobre algo, mejor podemos comprenderlo, practicarlo y dominarlo. Y si hay expertos en imagen personal, esos son los que se dedican a la política. En este artículo, nos preguntamos: ¿qué nos enseña la imagen política sobre el branding? ¡Acompáñanos a descubrirlo!

¿Qué es el branding?

Para analizar lo que nos enseña la imagen política sobre el branding, primero conviene repasar el significado de este término.

El branding, o gestión de marca, es el proceso integral de creación, desarrollo y posicionamiento de una marca. Se centra en definir claramente la identidad de la marca, darla a conocer y hacerla deseable para la audiencia. Para que una marca sea percibida como valiosa e influya en las decisiones de compra de los consumidores, debe contar con una identidad sólida, mensajes coherentes y propósitos bien definidos. Alcanzar este objetivo es la esencia del branding.

Teniendo claro lo que es la gestión de marca, veamos ahora qué es la imagen política.

¿Qué es la imagen política?

La imagen política, o marca política, es la percepción que el público tiene de una figura u organización política. Similar a una marca comercial, la identidad de una figura política debe reflejar sus principios, valores y objetivos. En otras palabras, es la impresión general que las personas tienen sobre un individuo, un partido o una idea política.

Una gestión eficaz de la imagen política facilita la creación y el mantenimiento de una buena reputación y establece una conexión sólida con los electores. Una imagen política bien definida permite que las personas comprendan rápidamente la esencia de un partido o candidato, distinguiéndolo de su competencia.

Ahora sí, aclarados estos conceptos veamos qué nos enseña la imagen política sobre branding.

¿Qué nos enseña la imagen política sobre branding?

Existen prácticas, conceptos y métodos aplicados a la imagen política que son muy similares a la promoción de un producto comercial. Analizarlos nos puede ofrecer ideas sobre cómo gestionar nuestra propia marca o imagen:

  1. Una imagen clara es mejor interpretada por la audiencia: si tienes una imagen bien definida, será mucho más fácil proyectarla y promocionarla para que las personas la interpreten de manera correcta. Si la imagen de un político es la de una persona seria, los electores lo asociarán más fácilmente con la seriedad. De la misma forma, si tu producto tiene colores divertidos, la gente puede interpretarlo como un producto divertido.
  2. Las acciones deben ser coherentes con las palabras: Muchos políticos pierden electores al no cumplir con lo prometido en sus discursos. De la misma manera, un producto debe cumplir con lo que promete en términos de diseño, funcionalidad, calidad o precio, para no perder compradores.
  3. Hay que conocer bien a las personas: los políticos hacen grandes esfuerzos por averiguar qué espera la gente de ellos o cuáles son sus problemas y necesidades. Así, pueden diseñar mejor sus campañas electorales. Lo mismo aplica para una marca comercial. Conocer las necesidades de los clientes potenciales permitirá diseñar mejor los productos y facilitará su mercadeo.
  4. Es conveniente crear una conexión emocional con la audiencia: algunos candidatos políticos apelan a las emociones para competir con políticos que tienen mejores argumentos. Así, la decisión de voto no se basa en la lógica, sino en las emociones. Del mismo modo, la gente elige productos que le gustan, aunque no sean los más económicos o saludables. Sin embargo, este recurso debe usarse de manera ética y transparente, asegurando honestidad para evitar que el público se sienta manipulado o engañado. Esa conexión emocional debe ser positiva.
  5. No se debe subestimar un buen slogan: una frase pegajosa, un buen jingle o un logotipo eficaz son herramientas muy poderosas para transmitir un mensaje de manera clara y memorable. Así como los políticos los usan en sus campañas electorales, también pueden ser empleados en publicidad para dar a conocer o posicionar un producto.
  6. Es vital adaptarse a los cambios: los políticos que no interpretan la evolución de la sociedad pierden relevancia rápidamente, y lo mismo le ocurre a una marca comercial. Por eso, debe estar atenta a los cambios sociales y tecnológicos, para adaptarse a tiempo y mantenerse vigente.
  7. La marca debe ser accesible: las plataformas digitales acercan a las personas como nunca antes, y la gente pasa cada vez más tiempo en ellas. Por eso, los políticos se muestran accesibles en el mundo digital y tienen contacto directo con sus votantes. Las marcas comerciales deben hacer lo mismo para no arriesgar su posicionamiento.
  8. Hay que saber ser un buen perdedor: cuando un político no reconoce la victoria de su rival, corre el riesgo de ser percibido como egocéntrico o inmaduro, lo que daña su imagen para futuras elecciones. En cambio, quienes aceptan la derrota se convierten en figuras respetadas que pueden volver a postularse en el futuro. De manera similar, si un producto no es el mejor del mercado, es mejor admitirlo, trabajar para mejorarlo y demostrar ese progreso a los consumidores para ganarse su preferencia.

¡Listo! Ahora sabes cómo la imagen política nos enseña algunas lecciones sobre gestión de marca. Si te gustó este artículo y quieres acceder a más contenido sobre branding e imagen de marca, sigue explorando nuestra revista en línea, Mercadeo Magazine, y sumarte a nuestra comunidad en redes sociales:

Facebook: mercadeomagazine
Instagram: @mercadeomagazine
X: @mercadeomgz
LinkedIn: mercadeomagazine
Telegram: mercadeomagazine

Publicidad