Al comparar entre marketing online y offline para tratar de determinar cuál es mejor, es fácil concluir con un “depende”. La conveniencia de usar uno u otro obedece a factores básicos en una campaña, como los objetivos o el target. Inclusive, la mejor solución puede ser utilizar ambos a la vez. Así que, ¿cuáles son las características de cada uno y cómo saber cuál conviene implementar? Vamos a analizarlo en este artículo.
Diferencias entre marketing online y offline
El marketing online, que también es llamado marketing digital, agrupa a todas las formas de publicidad y promoción en línea. Es necesario el uso de internet y de cualquiera de sus herramientas, como banners, correo electrónico, redes sociales y más. Por su parte, el marketing offline o tradicional ocurre fuera de la red, en medios más convencionales como televisión, radio, vallas o folletos. Estas son sus principales diferencias:
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Marketing online |
Marketing offline | |
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Ocurre en internet |
1 |
Ocurre fuera de línea |
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Sus pilares son: Sitio web, blog corporativo y redes sociales |
2 |
Sus pilares son: Producto, precio, promoción y distribución |
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Se basa en la interacción con el consumidor |
3 | Se basa en la difusión de la información |
| Puede ser económico y emplear pocos recursos | 4 |
Puede ser costoso y demandar muchos recursos |
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Mayor alcance global |
5 | Menor alcance geográfico |
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Alta segmentación del consumidor |
6 |
Apunta a públicos masivos |
| Análisis de estadísticas y resultados en tiempo real | 7 |
Análisis de resultados al finalizar las campañas |
| Entre sus recursos destacan:
Banners, mercadeo por e-mail, estrategias SEO y anuncios basados en patrones de búsqueda |
8 |
Entre sus recursos destacan: Anuncios televisivos, radiales, cinematográficos, vallas, folletos, tarjetas de presentación y material POP |
Entre marketing online y offline, ¿cuál es el mejor?
Volvemos a toparnos con la duda sobre cuál de estos tipos de publicidad conviene implementar en una campaña. Como vimos anteriormente, depende de las metas que se quieran alcanzar. Hoy en día, es bastante común que las grandes empresas realicen campañas complementarias en ambos frentes; pero esto sólo es viable si se aprovechan las características de cada herramienta y se utilizan para sus fines específicos.
Si se trata de una empresa local, como un comercio de víveres, el mercadeo tradicional podría ser viable. Por ejemplo, un anuncio en el diario de la localidad podría resultar más eficaz que un banner web. Y si se trata de una empresa global, el medio más práctico y económico de llegar a consumidores de todo el mundo sería internet. Sin embargo, en ambos casos podría combinarse lo mejor de la publicidad online y offline, ya que no son excluyentes entre sí.
Así que, en función de los objetivos de la campaña y de los recursos disponibles, queda a juicio del publicista decidir la estrategia más conveniente.
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