Pocas son las empresas que ejecutan proyectos en pro del medio ambiente; un caso excepcional digno de resaltar es el de la empresa mexicana Alis (Algae Innovation Solutions), fundamentada en un modelo de economía circular que aporta ideas concretas y viables para reducir los gases producidos por el efecto invernadero.
A pesar de que el uso de algas marinas para sanear el medio ambiente y limpiar el agua contaminada es un método muy conocido, son reducidos los proyectos que se han ejecutado al respecto, dejando de ser “ideas geniales” para convertirse en realidades palpables.
En este sentido, dos jóvenes talentosos, Ramón Alejandro de Hoyos y Daniel Misael Garza, decidieron dar el gran paso y poner en marcha un proyecto a través de Alis. La empresa se encarga de desarrollar biofiltros que atrapan el dióxido de carbono y purifican el agua contaminada a partir del uso de microalgas generando al mismo tiempo biomasa, muy útil en la industria farmacéutica.
La finalidad es colocar estos biofiltros en el Parque Tecnológico de Orión del Tec de Monterrey en Chihuahua para aprovechar el dióxido de carbono y azufre y que además sirva para la depuración de aguas residuales.
Según Ramón Alejandro de Hoyos: “Las microalgas son microorganismos que, al igual que los árboles, hacen fotosíntesis, capturan dióxido de carbono y producen oxígeno, sólo que las microalgas lo hacen 50 veces mejor”.
El aparato filtra una tonelada de dióxido de carbono anualmente, lo que es equivalente a 2.400 árboles de pino, con una continua producción de biomasa.
¿Cómo surgió esta idea?
Misael se trasladó a Colombia para incorporarse a una compañía comercializadora de cemento; allí tuvo la oportunidad de trabajar con microalgas, en virtud de que esta empresa buscaba aminorar las emisiones generadas durante los procesos de producción de hormigón.
Después de este aprendizaje, Garza se entusiasmó a traer el proyecto a México y en un congreso tuvo la oportunidad de reencontrarse con Ramón, antiguo compañero de la universidad. Ambos discutieron acerca de la idea y decidieron llevarla al plano real.
De esta forma nace Alis, una alternativa ecológica consciente que busca brindar a las empresas la debida asesoría para lograr cero emisiones de gases. Misael plantea que durante su permanencia en la compañía cementera pudo aprender que “con esa innovación ya no sólo competía con el producto, sino con la imagen que voy a dar al consumidor, que ya no es como la de antes, ahora es más consciente y busca que lo que compra tenga un impacto positivo”.
Modelo de negocio
El modelo de negocio se basa en una economía circular, como se mencionó anteriormente. Al respecto opina el ejecutivo y representante de Alis:
“La biomasa que se genera en el sistema nosotros la recuperamos y la vendemos, ese es el principal modelo de negocio, y el segundo es que en el parque vamos a tener muchos sistemas que van a tener una cierta capacidad certificada de captura de dióxido de carbono, entonces le proponen a las empresas la renta de los biofiltros para hacer un proceso más sustentable”, agrega Garza.
El costo de los filtros asciende a un valor de 150.000 pesos aproximadamente, pero no son negociables, sus principales ingresos se obtienen de la biomasa y la concesión. En este sentido menciona que “Los filtros son nuestras fabriquitas y las microalgas ahí tienen el proceso biológico”.
En sólo tres meses las ganancias han alcanzado el millón de pesos con un total de cinco inversionistas y están en la fase inicial del parque, se espera que a finales de 2019 se logre obtener la misma cifra para consolidar el proyecto con éxito.
Básicamente, la renta de los biofiltros en las compañías con la debida asesoría es la primordial fuente de ingresos, y el objetivo es contribuir con el medio ambiente y ayudar a las empresas a que todos sus procesos sean sostenibles y sustentables en el tiempo sin emisiones.
Para ejemplificar lo anterior, una firma con una visión de servicio consciente que evite que su transporte emane gases contaminantes en su entorno con un 90 % de éxito, puede rentar los sistemas para erradicar a un 100 % las emisiones.
El pasado septiembre X Challenge reconoció a Alis como la mejor empresa verde de México, consagrándose como la ganadora de este evento, premio otorgado a pequeñas empresas y a emprendedores que buscan desarrollar con sus proyectos soluciones viables para detener el cambio climático.
Para ello, se toma en cuenta el nivel de innovación de la propuesta y su alcance social, económico y ambiental. Un emprendimiento de gran repercusión que representa un cambio radical y novedoso para despejar el ambiente de la gran cantidad de dióxido de carbono producido por la actividad del ser humano.
Se trata de una solución oportuna y sistemática para la captura de carbono en México que incluso puede desarrollarse en casas y negocios con un impacto positivo y masivo, superior a la siembra de árboles ¡y en mucho menos tiempo!
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