Los tiempos cambian, pero hay cosas que se mantienen igual. Una de ellas es la diferencia clara que hay entre las empresas que usan uniformes laborales y las que no lo hacen. Si bien es cierto que casi todos los trabajos tienden a tener códigos de vestimenta establecidos de manera implícita o explícita, no todos cuentan con un uniforme reglamentario. ¿Por qué hay empresas que usan uniforme y otras que no? Pues porque el uso de los mismos trae consigo una serie de ventajas y desventajas.
Ventajas de los uniformes laborales
Identificación Instantánea
Esta es quizás la ventaja más evidente. La capacidad de identificar de manera inmediata al personal resulta ser una ventaja práctica para los negocios. En entornos que tienden a tener un gran número de personas, la uniformidad facilita la distinción entre el personal interno y el resto de personas que visitan el lugar.
Profesionalismo
La adopción de uniformes en el entorno laboral conlleva cierto grado de profesionalismo. Puedes ver que incluso los pequeños negocios cuando empiezan a crecer pasan de usar una determinada vestimenta, a usar uniformes personalizados. Por lo general, esto hace que la presencia de los empleados destaque más y que la percepción del negocio mejore a una más profesional.
Igualdad
Los uniformes contribuyen a la igualdad visual entre los empleados. Puede parecer poco relevante, pero muchas veces las personas tendemos a juzgar a los demás por su forma de vestir. Los uniformes eliminan las diferencias basadas en la ropa y crean un ambiente más equitativo, mientras que a la vez disminuyen los prejuicios.
Promoción de Marca
Más allá de su función práctica, los uniformes actúan como agentes de promoción de la marca. Al llevar el logotipo de la empresa, los empleados se convierten en portadores de la identidad corporativa, contribuyendo así a la difusión de la marca.
Desventajas de los uniformes laborales
Pérdida de Individualidad
Muchas personas están en contra del uso de los uniformes ya que consideran que hace que se pierda la expresión individual. Los uniformes, al estandarizar la vestimenta, suprimen la oportunidad de que los empleados expresen su singularidad a través de su indumentaria..
Comodidad Cuestionable
Una desventaja de algunas empresas es que no ofrecen uniformes a la medida para cada empleado, sino unos estandarizados. Esto puede significar que la comodidad de los empleados que los usen puede no ser la mejor.
Costos
Esta desventaja no parece ser demasiado grande, pero hay algunos negocios que, especialmente cuando están en sus etapas iniciales, no pueden permitirse gastar demasiado presupuesto en uniformes personalizados para cada trabajador.
Posible estigmatización
En algunos casos, los uniformes pueden llevar a la estigmatización de ciertos roles o posiciones dentro de la empresa, creando jerarquías visuales. Esto sucede cuando los uniformes varían dependiendo del rango de cada empleado. Aunque es algo práctico, no siempre contribuye positivamente al ambiente, y puede crear cierta estigmatización en la empresa.
¿Deben usarse uniformes laborales en tu negocio?
Claramente no hay una respuesta única, sino que la misma varía dependiendo de la naturaleza de tu negocio y de los objetivos del mismo. Si se trabaja en un restaurante, los uniformes laborales son muy recomendables para lograr distinguir rápidamente a un chef de un mesero y de un cliente; mientras que en las industrias creativas, como en el campo del diseño gráfico o la moda, la expresión personal es tan importante que el uso del uniforme puede limitar la libertad creativa de los empleados.
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