Es innegable que hoy en día las redes sociales se han convertido en una parte integral de la vida cotidiana de millones de personas en todo el mundo. Si bien la función principal de estas redes sociales es fomentar la interacción entre personas, a lo largo del tiempo, su integración en la sociedad ha cambiado varios aspectos de la vida de todos, incluyendo, por supuesto, aspectos psicológicos. Por esto, hoy en Mercadeo Magazine vamos a hablar sobre la psicología y las redes sociales.
Psicología y redes sociales
Las comparaciones y la disminución de la autoestima
Uno de los problemas de las redes sociales es el impacto que estas han tenido en la autoestima de las personas. Como es natural, la mayoría de las personas tiende a compartir solo la parte bonita de su vida. Solemos ver solo las mejores fotos o los éxitos logrados de la persona que los comparte. Esto indirectamente lleva a que exista una comparación social permanente.
El tema de las comparaciones es malo por muchos motivos. Siempre que nos comparamos con los demás, corremos el riesgo de subestimar nuestras propias habilidades u otras cualidades, lo que termina haciendo que nuestra autoestima baje progresivamente. Si bien las comparaciones siempre han existido, las redes sociales nos presentan miles de personas en todo el mundo, y el problema es que mientras mayor sea la cantidad de personas con las que nos comparamos, más rápidamente puede verse perjudicada nuestra autoestima.
El rol de la validación social
La búsqueda de validación social es una motivación intrínseca en la participación activa en las redes sociales. Los “me gusta”, comentarios y demás pueden tener un impacto significativo en el bienestar psicológico de los individuos. La cantidad de interacciones positivas en forma de “me gusta”, comentarios elogiosos o publicaciones compartidas pueden influir directamente en la percepción que tenemos de nosotros mismos.
Aunque sea un poco triste, en cuanto a psicología y redes sociales se refiere, muchas veces el exceso de reacciones aparentemente positivas infla el ego de muchos, mientras que a la vez, el no recibir la atención esperada, puede generar sentimientos de insatisfacción y desánimo. La validación social a través de las redes sociales puede convertirse en una especie de medida de valía personal, donde la falta de reconocimiento puede interpretarse como una falta de valía y el exceso de reconocimiento puede incluso crear complejos de superioridad.
El problema de obtener demasiados estímulos constantemente
Si hablamos de psicología y redes sociales, hay algo que tiene mucha más importancia de la que pensamos, y es la cantidad de estímulos a los que estamos expuestos constantemente. El exceso de estímulos contribuye directamente a la capacidad de concentración de cada individuo. Si estamos acostumbrados a recibir constantemente notificaciones, mensajes, imágenes o ver una gran cantidad de videos constantemente, esto hace que nuestro cerebro se acostumbre a recibir todos estos estímulos todo el tiempo.
El problema viene cuando necesitamos enfocarnos en una tarea exigente, pues mientras que necesitamos concentrarnos en dicha tarea, nuestro cerebro nos pide que le demos los estímulos que ha estado recibiendo durante tanto tiempo.
Además, la constante estimulación visual y emocional en las redes sociales puede contribuir al agotamiento psicológico. La necesidad de estar al tanto de las actualizaciones, o de recibir constante validación social, no hace más que crearnos un hábito que aunque esté normalizado, a largo plazo puede ser perjudicial.
No todo es negativo
No queremos cerrar esta nota de psicología y redes sociales de manera negativa. Si bien es importante tener en cuenta todo lo mencionado hasta ahora para cuidarnos de desarrollar hábitos dañinos, también hay que saber valorar lo útiles y buenas que pueden ser las redes.
Gracias a ellas muchas personas han hecho amistades alrededor del mundo, han encontrado apoyo en momentos difíciles, y han utilizado las plataformas para expresar sus pensamientos y explotar su creatividad. Por otro lado, también han facilitado el acceso a información, eventos, trabajos y oportunidades que de otra manera podrían no haber sido posibles.
En otras palabras, por supuesto que las redes sociales tienen efectos positivos en nuestro bienestar psicológico, y por ende, son una herramienta grandiosa de la que se puede sacar mucho provecho. Lo recomendable es encontrar un equilibrio saludable en su uso y comprender los aspectos positivos y negativos que traen consigo, de esta forma podemos sacarles el máximo provecho sin que nos afecte negativamente a nivel psicológico.
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