Barbie ha sido de los juguetes más recordados del último decalustro. Aunque es un juguete “para niñas”, todos crecimos viendo sus diferentes transformaciones; fue parte de las reuniones entre amigos, de los paseos del colegio y de las disputas en el jardín de infancia. ¿Hubieses imaginado que detrás de ella hay estrategias bien pensadas de marketing? Pues sí, han evolucionado a través de los años y la han llevado a mantener la posición que tienen hoy en día.
Recordando sus inicios
Barbie, es una marca de muñecas creada por Mattel, compañía estadounidense. Su lanzamiento al mercado se realizó el 9 marzo de 1959, siendo tomado este día como su cumpleaños. Ruth Handler, su creadora sintió curiosidad por el nuevo juguete al notar que su hija prefería muñecas con facciones de adulta, en vez de las acostumbradas infantiles; en ese momento, detectó una posibilidad de negocio y quiso compartirla con su esposo y co-fundador de Mattel pero su respuesta no fue satisfactoria.
Al viajar a Alemania, descubrió entre las vidrieras, a una figura femenina tal y como se la había imaginado. La fama de la Bild Lilli iba en aumento, las niñas disfrutaban cambiando su vestuario y eligiendo nuevas prendas para ella. De hecho, ya empezaba a traspasar fronteras y llegar a EEUU. Fue en este momento, cuando Mattel decidió adquirir sus derechos.
La primera Barbie lucía como las mujeres estadounidenses de la época, con cabello rubio y un peinado al estilo de los años 60. También contado con un traje de baño de “piel de cebra”. Los primeros vestuarios fueron realizados a mano, hoy en día cuentan con diseñadora propia y miles de marcas quieren vestirla. Con el paso de los años, la marca fue evolucionando, desde cambios en su estructura (ampliaron sus caderas para hacerla ver más “real”) hasta la expansión de toda una línea de productos. Barbie cuenta con prendas de vestuario, zapatos, maquillaje, accesorios y videojuegos. ¡Todo un imperio creado a partir del marketing!
Barbie se reinventa
El mundo rosa de la muñeca, movía millones de dólares y se había convertido en una industria avasallante. Sin embargo, su fama empezaba a decaer. Para los consumidores era un juguete que no se parecía a lo que era la verdadera sociedad. Barbie era muy estilizada, con ropa llena de glamour, bañadores, zapatos de tacón y accesorios. Fue en este punto que la compañía decidió que sus caderas deberían ser más anchas y, seguidamente, probaron suerte cambiando el estereotipo que representaban. Cambiaron su color de cabello, de piel y empezaron a crearle oficios que se parecieran a la mujer real. Ahora contaba con siete tonos de piel y veinticuatro peinados diferentes. Además de tener ropa bonita, era ama de casa, doctora, aeromoza y madre. Dejó de ser la adolescente sin preocupaciones para convertirse en una mujer profesional, con sueños, moderna. Barbie ahora representaba el empoderamiento femenino.
La marca dio un vuelco en su publicidad y su storytelling. Incluyó a los padres jugando con sus hijas y a niños en sus anuncios. ¡Un cambio radical!
Los números han favorecido a Barbie, por lo que se aseguró un nuevo espacio en el mercado. Además, continúa reinventándose y probando nuevas opciones.
Personal Branding
Una herramienta ideal para proyectar una marca, haciéndola más cercana y destacando el valor del YO. La estrategia de personal branding dará resultados tangibles y ayudará en el crecimiento de la compañía. En el caso de Barbie, es evidente que la marca ha sabido mantenerse entre los consumidores. Ha preferido adaptarse y no desaparecer.
Una de sus tácticas ha sido la asociación con otras marcas reconocidas, poniendo en práctica el co-branding y aprovechando las herramientas tecnológicas. De esta forma, se ha dado vida a Barbie, desde otra perspectiva, a través de sus propias cuentas sociales. En Instagram, el perfil es toda una experiencia para seguidores y mercadólogos. Posee dos cuentas: @barbie y @barbiestyle. En la segunda, queda en evidencia la alianza con marcas de restaurantes, maquillaje y firmas de moda. Además, comparte consejos de actualidad y tendencias.
La humanización de Barbie ha sido un punto clave y diferenciador. Los usuarios se sienten más cercanos a “ella” y pueden seguirla a través de sus diferentes facetas del día a día; asiste a eventos, comparte con personalidades y deja constancia en cada selfie. Una idea creativa, divertida y en algunos momentos, sorprendente. Realmente, da la impresión de que se trata de la cuenta de una persona real.
Barbie también cuenta con presencia en la web y Facebook. Por lo que queda en evidencia, su estrategia digital se basa en mantener presencia en las diferentes plataformas y ofrecer contenido llamativo.
En su página web poseen juegos interactivos, aplicaciones, fondos de pantalla, videos, entre otros.
De esta forma, Barbie continúa adaptándose a los cambios y dando lecciones de marketing a las nuevas generaciones. Un ejemplo digno de admirar, ¿no lo creen?
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