¿A qué se refiere la adaptabilidad laboral? ¿Tiene que ver con la flexibilidad? ¿Es bueno o malo? Este tipo de interrogantes surgen a menudo cuando se habla de este tema y son inquietudes muy comunes en estos tiempos de cambio y transformaciones. Sin embargo, estas dudas generan confusiones dentro de las personas a la hora de combinar la vida personal y la vida laboral.
La adaptabilidad laboral está presente en el ámbito profesional de cualquier ser humano. Eso es justamente lo que vamos a descubrir en el siguiente artículo: su definición, características y beneficios.
¿Qué es la adaptabilidad laboral?
La habilidad y capacidad de adaptación que puede lograr un empleado frente a los retos que se le presente se conoce como “adaptabilidad laboral”. En otras palabras, es la cualidad que desarrolla una persona, teniendo en cuenta las nuevas necesidades y la realidad empresarial, acompañado a los nuevos tiempos y avances, tanto tecnológicos como sociales.
Para lograr una mejor adaptabilidad laboral, es necesario adoptar ciertas acciones para lograr el cambio. Algunas de ellas son:
- Lograr adelantarse al cambio.
- Asumir una actitud positiva.
- Visualizar futuras necesidades.
- Desarrollar la formación personal.
- Aprender de las experiencias vividas.
- Ser flexible.
- Estar informado de los avances tecnológicos.
- No tener miedo a las transformaciones que se presentan.
Beneficios de la adaptabilidad laboral
La adaptabilidad laboral viene ligada a la flexibilidad que tiene el trabajador dentro de la empresa, aportando beneficios a mediano y largo plazo. Algunos de ellos son:
1. Mejora las habilidades de liderazgo.
Uno de los beneficios resultantes de la adaptabilidad laboral va ligada al liderazgo, porque un líder necesita saber ser flexible ante los cambios que se le presenten y afrontar los retos que surjan en las labores dentro del equipo de trabajo.
Un líder que tenga marcada las cualidades de adaptación podrá ser capaz de adoptar una actitud positiva ante la adversidad y conservar la motivación de aquellos que estén bajo su responsabilidad, incluso si las cosas no resultan del todo bien.
2. Llegarán nuevas oportunidades dentro de la empresa
La persona que sea flexible y proactivo indudablemente se hará notar dentro de la empresa, ya que muestra seguridad al momento de afrontar cambios y atraerá nuevas oportunidades, proyectos a futuro y reconocimiento.
Por el contrario, si el trabajador no asume riesgos, no es flexible y no le interesan los cambios, puede quedarse estancado y es poco probable que tenga nuevas oportunidades.
3. Asumirá nuevos cambios en su carrera profesional.
Otro factor motivacional que aporta la adaptabilidad laboral es el asumir nuevos retos fuera de la zona de confort. El profesional podrá darle un nuevo rumbo que le sea más satisfactorio.
Poseerá las herramientas necesarias para identificar aquello que le apasiona de verdad, formarse para el nuevo sector y conseguir el trabajo que desea.
4. Capacidad para adaptarse a los cambios de la vida.
Ya a nivel personal, el individuo que desarrolle la capacidad de adaptación podrá ser independiente al sector de la empresa e incluso fuera del entorno laboral.
La persona que sea flexible contará con una ventaja fundamental respecto al resto: podrá encontrar soluciones creativas a problemas y desafíos que se le presente en cualquier aspecto de su vida.
5. Más felicidad en el trabajo.
Si el empleado es capaz de anticiparse a los problemas que provocan un mayor estrés, podrá evitarlos para así poder hacer del entorno de trabajo algo más relajado. Además, se sentirá con una mayor confianza para enfrentar estos problemas.
El proceso de adaptación es importante para tener oportunidades de aprendizaje y crecimiento en vez de obstáculos en el camino. Para acceder a más contenido sobre marketing y emprendimiento, sigue leyendo nuestra revista: 786Magazine.com.
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