Si eres de las personas que se preocupan cuando escuchas en las noticias que podría venir una recesión económica, pero no sabes muy bien de qué se trata o qué la causa, este artículo es para ti. Una recesión económica puede tener un enorme impacto en las industrias y afectar a nuestras finanzas personales. Por eso, te diremos de una forma sencilla todo lo que necesitas saber sobre este tema para que estés informado y sepas cómo prepararte para una eventual situación como esa.
¿Qué es una recesión económica?
Una recesión económica es una caída de la actividad económica durante un período de tiempo determinado. Este decrecimiento de la economía puede verse reflejado en una disminución de la producción de bienes y servicios, del consumo por parte de las personas, de las inversiones y de la confianza general en el mercado.
Las consecuencias pueden ser graves, tanto para el país, como para las empresas y los consumidores, debido a que puede producir escasez, inflación, despidos, desempleo, cierre de empresas, reducción de salarios, disminución del Producto Interno Bruto (PIB) del país y mucho más.
Técnicamente, según diferentes puntos de vista, se considera que existe una recesión económica si el PIB se contrae durante dos o tres trimestres consecutivos, si la crisis de un área de la economía se extiende al resto de los sectores o si el consumidor promedio sufre una disminución significativa y permanente de sus ingresos reales.
¿Cuáles son las causas de una recesión económica?
Como probablemente ya te estás imaginando, no existe una causa única para una recesión económica, sino que puede originarse por diferentes motivos. Estos pueden ser algunos de ellos:
- Exceso de deudas públicas o privadas: tanto las instituciones como las empresas pueden llegar a endeudarse en algún momento y, si muchas lo hacen al mismo tiempo y no tienen la capacidad para pagar sus deudas, pueden generar una crisis en el mercado.
- Sobreproducción de productos o servicios: si las empresas producen más de lo que pueden vender, generan pérdidas, pierden liquidez, pueden declararse en quiebra o tomar medidas drásticas para mantenerse operativas, como endeudarse o realizar despidos masivos que creen un desbalance en el equilibrio del mercado.
- Escasez de productos o servicios: si las empresas no pueden satisfacer las demandas de los consumidores, se puede ralentizar drásticamente la actividad económica debido a que las personas y otras empresas no contarán con los bienes y servicios necesarios para seguir ejerciendo su rol dentro del sistema económico.
- Fuga de capitales: ocurre cuando los inversionistas pierden confianza en el mercado, en las empresas o en las instituciones públicas, lo que los lleva a retirar sus activos para protegerlos y, en consecuencia, la economía se queda sin capital suficiente para mantener su actividad.
- Incertidumbre económica: si los inversionistas detectan inestabilidad financiera, jurídica o política, no son capaces de predecir el futuro de la economía y, por lo tanto, no se arriesgan a invertir, lo que disminuye significativamente la actividad económica.
- Especulación: aumentar indiscriminadamente los precios de algún producto o servicio para aprovechar un momento de bonanza puede generar una burbuja financiera que, al reventarse, podría traer consecuencias devastadoras para el mercado.
- Catástrofes financieras: eventos excepcionales como desastres naturales o conflictos internacionales que interrumpan abruptamente la actividad económica.
Todo esto lo podemos ver más fácilmente a través de dos ejemplos bastante conocidos:
- La Gran Depresión de 1929: fue causada por una caída de la bolsa de valores de Nueva York, la quiebra de bancos y empresas que esto trajo consigo y la consecuente escasez y subida de precios de los productos y servicios.
- La Crisis Financiera de 2008: se gestó un par de años antes debido al colapso de una burbuja inmobiliaria que tenía inflados los precios de los bienes inmuebles en Estados Unidos, lo que desencadenó en una crisis de confianza hipotecaria que afectó a diversos sectores financieros del país y, posteriormente, de otras naciones del mundo.
Aunque este tipo de desastres financieros pueden tener consecuencias terribles para un país, eso no significa que no tengan solución. Si se toman las medidas correctivas adecuadas, la economía puede volver a la normalidad.
¿Qué se necesita para que finalice una recesión económica y todo vuelva a la normalidad?
Para que termine una recesión económica, las autoridades pueden llegar a tomar medidas financieras excepcionales para atacar las causas del problema. De lo contrario, el mercado podría demorar mucho tiempo en volver a su equilibrio natural, a veces tomando años. Pero, por supuesto, eso depende de cada país y de las causas que originan cada recesión en particular.
En general, esas medidas suelen estar enfocadas en restablecer la confianza de los inversores y consumidores. De esa manera, se puede dar un escenario en el que lleguen nuevos capitales, los consumidores estén dispuestos a gastar dinero nuevamente, las empresas contraten nuevos trabajadores, surjan nuevas empresas y, en consecuencia, se reactive la economía.
¿Cómo prepararse para una recesión económica?
Verte frente al abismo de una posible recesión económica, no significa que debas alarmarte o renunciar a tus metas. Si te preparas bien, lograrás mantener tus finanzas en números verdes, ya sean las de tu empresa o las personales. Estos son solo algunos consejos e ideas sobre cómo prepararse para una posible recesión económica:
- Ahorrar para tener un fondo para emergencias.
- Reducir costos en áreas que no sean prioritarias.
- Optimizar los procesos y reducir desperdicios para ahorrar gastos sin perder productividad.
- No dejar de ofrecer tu producto más vendido y diversificar las fuentes de ingresos.
- Pagar las deudas para mantener una línea de crédito favorable que se pueda usar en un momento de necesidad.
- Mantenerse atento a posibles oportunidades de alianzas con otras empresas para apoyarse mutuamente.
- Realizar un buen mantenimiento de maquinarias e instalaciones para que no se dañen cuando más las necesites.
- Mantener la mente fría y no dejarte llevar por las emociones para no tomar decisiones precipitadas.
¡Listo! Ahora, ya sabes qué es una recesión económica, qué la causa y cómo puedes prepararte para ella. Si te gustó este artículo y quieres acceder a más contenido sobre emprendimiento, mercadeo y tecnología, sigue explorando nuestra revista web, Mercadeo Magazine, y únete a nuestra comunidad en redes sociales:
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