El emprendimiento femenino sigue creciendo en la actualidad debido a que cada vez son más las mujeres que se animan a crear su propio negocio. Con sus iniciativas, generan nuevas propuestas de negocios, productos, servicios, puestos de trabajo y beneficios para la economía en general. Por eso, en este artículo, veremos de manera simple y fácil de entender en qué consiste el emprendimiento femenino y cuáles son las características de una mujer emprendedora exitosa.
¿Qué significa ser una mujer emprendedora?
Ser una mujer emprendedora significa tomar la iniciativa de convertir una idea de negocio en realidad, afrontando los retos logísticos, legales, administrativos o de liderazgo que se presenten en el camino.
Al igual que un senderista se prepara con anticipación para su travesía (entrenando sus capacidades físicas, equipando su mochila con brújula, mapa, agua o un botiquín de primeros auxilios), es fundamental que una mujer emprendedora se prepare para su aventura de negocios adquiriendo los conocimientos y herramientas necesarias para el éxito.
Ser una mujer emprendedora significa desarrollar cualidades que le permitan definir objetivos claros y guiar a su equipo de trabajo hasta conseguirlos, como veremos a continuación.
Características de una mujer emprendedora.
Una buena emprendedora debe tener la capacidad de saber cuándo asumir riesgos o ser conservadora, tener adaptabilidad para afrontar los cambios del mercado y determinación para superar los obstáculos. Estas son las principales características de una mujer emprendedora:
- Preparación: formarse y adquirir los conocimientos necesarios para la actividad que realizará.
- Adaptabilidad: predisposición para aceptar y afrontar los cambios que se presenten en su empresa, en el mercado, en la tecnología, en el contexto legal o en la sociedad en general.
- Visión y determinación: tener objetivos claros para no desviarse del camino hasta alcanzar sus metas y carácter para enfrentar los obstáculos hasta superarlos.
- Orden: habilidad para organizarse y establecer métodos de trabajo que allanen su camino en lugar de complicarlo.
- Liderazgo: capacidad para ensamblar un buen equipo de trabajo, contagiarlo de su visión y guiarlo hasta alcanzar las metas propuestas.
- Comunicación: poder relacionarse de manera efectiva con otras personas, tanto dentro de su empresa como fuera de ella.
- Empatía: capacidad y disposición para comprender las circunstancias y los sentimientos de los demás, ya que una buena emprendedora entiende que el éxito empresarial no depende solamente de sí misma, sino también de su equipo de trabajo, socios y colaboradores.
- Capacidad de colaboración: disposición para establecer una red de contactos de negocios, realizar asociaciones y colaborar con otras empresas y organismos para el beneficio común.
- Autoconfianza: saber de lo que es capaz y confiar en que puede lograr sus objetivos sin confundir eso con egocentrismo o prepotencia.
- Creatividad: capacidad para gestar ideas, solucionar problemas y desarrollar iniciativas innovadoras.
- Pasión: disfrutar lo que hace y estar genuinamente convencida de que eso es lo que desea para su carrera profesional y su vida.
Una mujer que desarrolle estas cualidades tiene todo lo necesario para convertirse en una emprendedora exitosa. Sin embargo, el camino no está libre de obstáculos, como veremos enseguida.
Barreras de la mujer emprendedora moderna.
A pesar de que el emprendimiento femenino está creciendo en algunas regiones del mundo, todavía existen barreras que las mujeres emprendedoras deben enfrentar. Parte de estos obstáculos proviene de modelos o prácticas anticuadas vinculadas a la desigualdad, mientras que otros son comunes a todas las personas que desean emprender.
Todo esto varía dependiendo de cada país, de sus leyes o prácticas. Pero, en términos generales, estas son las principales dificultades que deben enfrentar las mujeres emprendedoras actualmente:
- Prejuicios de género: todavía existen opiniones cuestionables sobre cuál debe ser el rol de la mujer en la sociedad, lo que puede llevar a situaciones de discriminación.
- Acceso a financiación: los prejuicios también pueden influir en cómo las fuentes de financiamiento ven el potencial de la mujer para los negocios.
- Falta de referentes femeninos: en algunos países, todavía son pocas las mujeres que han logrado emprender exitosamente su propio negocio en comparación con los hombres, por lo que las jóvenes no tienen suficientes modelos a seguir que las motiven y les hagan ver que sí es posible lograrlo.
- Dificultad para equilibrar la vida laboral y personal: en muchos lugares, aún se subestima la laboriosidad y el tiempo que demandan responsabilidades tradicionalmente atribuidas solo a las mujeres, como las tareas del hogar o la maternidad, por lo que se espera que una mujer emprendedora siga haciendo todo eso al mismo tiempo que atiende su negocio, lo cual no es fácil.
Ahora ya sabes lo que significa ser una mujer emprendedora, cuáles son sus características y las principales barreras que debe superar. Si te gustó este artículo y deseas acceder a más contenido sobre emprendimiento y negocios, sigue explorando nuestra revista web, Mercadeo Magazine, y únete a nuestra comunidad en redes sociales:
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